Asier PalaciosIgor PardoJosé Ángel MacíaJosé Ángel Uriz Mikel González de Herrero son los coordinadores de Ambuibérica en los hospitales vascos, el nexo de unión entre el transporte de pacientes y los centros sanitarios en unos momentos excepcionales en los que el sentido de la responsabilidad ha tenido que convivir con sensaciones que, aun sin ser nuevas, nunca antes han estado tan inflamadas. Hablamos de valor, de impotencia, de solidaridad, de miedo, de agotamiento… sensaciones que explosionaron al unísono en el interior de cada uno de ellos, pero que no fueron capaces de desplazar ni un centímetro los cimientos de su profesionalidad. Hoy nos lo cuentan ellos:

Asier Palacios: “He vivido la pandemia con incertidumbre, respeto, tristeza y muchas ganas de ayudar”

Asier Palacios

Asier Palacios Ugalde es actualmente coordinador de Ambuibérica en el Hospital Universitario de Basurto, un centro en el que lleva trabajando desde hace más de 15 años, aunque con diversos cometidos. Técnico de Emergencias Sanitarias desde 1995, profesión para la que reclama un mayor reconocimiento, asegura que ha vivido la pandemia de coronavirus con “incertidumbre, respeto, tristeza y muchas ganas de ayudar”.

-¿Qué funciones desempeñas en el hospital?

-Si tuviera que resumirlas, son las siguientes:

  • Coordinar desde mi equipo con los servicios generados desde el hospital.
  • Reparto de material a los conductores en su labor diaria.
  • Ser la cara visible de Ambuibérica para enfermos, familiares y personal del centro.
  • Canalizar las quejas y reclamaciones, dándoles respuesta dentro de mis posibilidades y en primera instancia, tanto en Basurto como en el Hospital de Santa Marina, pues soy enlace entre ambos centros con la empresa
  • Recoger las demandas de servicios extras.
  • Gestiar los problemas que se generen en ambos centros hospitalarios bilbaínos.

-¿Cómo has vivido la pandemia por Covid 19?
– Creo que igual que el resto del mundo, con incertidumbre, respeto y tristeza, pero con muchas ganas de ayudar.

-¿En qué ha cambiado tu trabajo habitual durante este período de coronavirus?
-En todo. Aunque esté mal que yo lo diga, he sido de los primeros en ponerme en primera línea de batalla. Dado que nuestra actividad normal se vio reducida al mínimo, decidí que mi trabajo en ese momento era el que casi nadie quería hacer: coger una ambulancia y ayudar en lo que pudiera. Los servicios nos entraban de cinco en cinco, de seis en seis y no se respondía a la demanda, así que tocaba hacerlo: soy TES, incluso con familia de riesgo en casa, sigo siendo TES y es mi trabajo.
También he estado repartiendo EPIs los fines de semana al que los iba necesitando e informando de su correcto uso.

– ¿Qué destacarías de estos meses de alarma en el hospital y en tu actividad?
En los hospitales, una vez superado el caótico inicio, todo estuvo bien organizado y la respuesta fue rápida, pese a la escasez de medios
En mi actividad, destacaría que me iba a dormir con la sensación de haberlo hecho bien y de que era mi lugar en ese momento.

-¿Cómo ha sido la relación con los pacientes?
-Dura, muy dura, pero también con las familias, a quienes, además de la incertidumbre que les generaba ver cómo me llevaba a un familiar enfermo, se les unía el hecho de no poder acompañarlo.

– ¿Con que momento te quedarías?
-Con el hecho de que, a pesar de la dureza del trabajo, tenía la sensación de que mi labor podía, estaba, salvando vidas.

-¿Crees que la pandemia cambiará la relación con los pacientes?
-Puede cambiar por obligación legal (distribución de plazas en los coches, distancia de seguridad, etc.), pero en el resto de aspecto, no creo que cambie nada.

Igor Pardo: “La pandemia cambiará a mejor la relación con los pacientes”

Igor Pardo

A sus 48 años, Igor Pardo Villanueva lleva desde 1995 vinculado profesionalmente al transporte sanitario. En la actualidad es jefe de equipo del Hospital de Gorliz (y de los 16 ambulatorios dependientes) y del Hospital de Urduliz-Alfredo Espinosa, función que desempeña desde julio de 2018.

-¿Qué labores desarrollas en los hospitales de Gorliz y Urduliz?

Son varias y muy diversas. Desde la planificación de las entradas y salidas de todos los vehículos sanitarios, coordinando los servicios para que se cumplan los horarios, hasta contacto telefónico con los pacientes para avisos y resolución de dudas, coordinación con los servicios médicos, gestión de incidencias, reunión con gerencia de los hospitales, etc.

-¿Cómo has vivido la pandemia por Covid-19?

-La pandemia la he vivido muy de cerca. Por mi situación profesional he tenido que estar disponible para solventar todos los problemas que iban surgiendo.

-¿En qué ha cambiado tu trabajo habitual durante este periodo?

-Tras anularse todos los servicios habituales de los centros que gestiono, al declararlos hospitales con Covid-19, mi labor se centró en las necesidades que los mismos tenían a través de sus supervisores y nuestras dotaciones, tanto de forma telefónica como de forma presencial. Estuve ayudando al departamento de logística preparando y dotando coches específicos para Covid-19, realizando desinfecciones de los mismos, etc.

Además, repartí EPIs a todos y todas los trabajadores, traje y llevé coches a taller o a otras provincias.

-¿Qué destacarías de estos meses de alarma en el hospital y en tu actividad?

-La relación cordial con los supervisores y la dirección, que nos ha dado las gracias por ayudar a su personal.

-¿Cómo ha sido la relación con los pacientes?

-Una relación cordial explicándoles y disipando todas las dudas que tenían.

-¿Con qué momento te quedarías?

-Con la relación y el vínculo con los compañeros y compañeras de base, que no habríamos tenido de no haberse producido la pandemia. También con el comportamiento ejemplar y voluntario del personal de movimiento. Y, por supuesto, el momento en que se controló, más o menos, la pandemia.

-¿Crees que la pandemia cambiará la relación con los pacientes? ¿De qué modo?

-Quiero pensar que sí y, además, a mejor. En general nos hemos dado cuenta de que todos somos pacientes en cualquier momento y de que querríamos tener todo lo necesario en situaciones complicadas.

-Si quieres añadir algo más

-Querría dar gracias a los compañeros y las compañeras que durante el estado de alarma colaboraron de alguna forma. Pediría también una provisión de material por si tenemos un rebrote, para que no nos pase como al principio. Aunque fue algo imprevisible e impredecible a todos los niveles, la gestión empresarial permitió campear bien la situación.

José Ángel Macía: “Me quedaría con el momento en que se doblegó la pandemia

Tres décadas en el transporte sanitario y 20 años como jefe de equipo en el Hospital Universitario de Galdakao lleva José Ángel Macía Maceda, de 58 años. Ha vivido muy de cerca la alarma por Covid-19 y, según confiesa, se queda con el momento en que se dio por doblegada la pandemia.

  • José Ángel Macía

¿Qué labores desarrollas habitualmente como responsable de hospital en Galdakao?

-Entre las muchísimas que realizo a diario, destacaría las siguientes:

  • Coordinar los servicios de consultas, rehabilitaciones, diálisis y plantas, en colaboración con la central de coordinadores, así como gestionar las incidencias en los mismos.
  • Atender y acompañar a pacientes que están solos, así como a familiares, brindándoles información.
  • Optimizar la capacidad de las ambulancias aprovechando las zonas donde residen los pacientes, lo que exige muchas veces hablar con los facultativos.
  • Múltiples y diversas actuaciones administrativas

– Un profesional de tu experiencia, ¿cómo ha vivido la pandemia?

El inicio de la pandemia se vivió con mucho riesgo e incertidumbre, ya que el virus era desconocido y todavía no se sabía con certeza la forma de contagio y el tratamiento. Tampoco había establecido protocolos concretos para pandemias de tal índole, a lo que se sumó la falta de EPIs a escala mundial. Nos reunimos en varias ocasiones con dirección para fijar los protocolos y la forma de traslado más adecuada para evitar posibles contagios a los trabajadores. Al final llegamos a un acuerdo de entradas y salidas de zonas limpias y sucias, así como para la forma de realizar la transferencia de paciente desde planta a domicilio y viceversa. Hubo también una gran coordinación entre conductores y ayudantes con celadores para optimizar las transferencias de pacientes.

-¿Cómo fue tu trabajo durante este intenso y complicado periodo?

-Durante las primeras semanas, dada la saturación de los casos de Covid-19, hubo que convocar continuamente reuniones para reorganizaciones. Durante este periodo no me encontraba en la oficina y desarrollaba tareas de logística (reparto de EPIs y control), de coordinación interna de hospital y, en menor medida, de coordinación de traslados de casos no Covid-19.

-¿Qué destacarías de esos momentos en el Hospital de Galdakao?

-En este periodo subrayaría la buena disposición del departamento de celadores, así como a su responsable, Iñaki, y a los adjuntos. También destacaría la buena actitud y profesionalidad de los trabajadores fijos en el centro, como David Ribas, José Luis Belastegi y Javi López Silva, y la de los conductores que hacían los traslados de Covid-19, actividad para la que siempre se mostraron dispuestos.

-¿Cómo ha sido el contacto con los pacientes?

La relación con los pacientes ha sido meramente informativa, para indicarles las zonas donde deberían acudir en caso de ser zona limpia o sucia o para resolver situaciones de nerviosismo generadas por los temores y las dudas.

-¿Cambiaría la relación con ellos tras la pandemia?

-Más que la relación, creo que cambiará la forma de interactuar con ellos, ya que, hasta que se desarrolle una vacuna o se estabilice completamente la situación, habrá que mantener protocolos de seguridad.

-¿Con qué momentos te quedarías de estos meses?

-Con  aquel en el que se dio por doblegada la pandemia, se sacó al último paciente de Covid-19, se cerraron plantas dedicadas al coronavirus y se volvieron a reactivar consultas, rehabilitaciones, etc.

José Ángel Uriz: “La pandemia nos ha hecho más fuertes, hemos salido reforzados”

Con casi 30 años como profesional y 20 como responsable de hospital, José Ángel Uriz Saavedra reconoce que a la incertidumbre inicial que generó la pandemia siguió la serenidad: “Si nuestro trabajo es ayudar a la gente, debemos estar muy serenos para hacerlo”. Es el actual coordinador de Ambuibérica en el Hospital de Cruces de Bilbao.

José Ángel Uriz

-¿Qué tareas desempeñas en el hospital?

-Mis funciones habituales son mantener el contacto del centro con nuestra empresa a todos los niveles; resolver los problemas derivados de nuestra actividad; ayudar a nuestro personal; asesorar a pacientes y a profesionales del centro sobre el modo de solicitar ambulancias; aprovisionar de material a los trabajadores, etc.

-¿Cómo has vivido la pandemia?

-La pandemia de Covid-19 la he vivido con incertidumbre al principio y, después, con serenidad. Nuestro trabajo es ayudar a la gente y debemos estar serenos ante las situaciones de dificultad. Si nosotros nos ponemos nerviosos, no conseguiremos que el resto de trabajadores trabaje con normalidad.

-¿Cambió tu trabajo en algo?

-Solamente en cuanto a medidas de seguridad se refiere. He seguido desempeñando las mismas funciones, pero con más medidas de precaución.

-¿Cómo recuerdas la pandemia en el hospital?

-Como es lógico, al principio variaban los protocolos a diario o, incluso, varias veces al día, lo que me obligó a estar muy atento a esos cambios para trasladárselos con eficacia los trabajadores. Al suspenderse casi todo el servicio programado del hospital, me centré más en ayudar a los compañeros y en asesorar en la medida de lo posible.

-¿Qué enseñanza destacarías de estas fechas?

-Destacaría que hemos aprendido mucho de lo vivido, que nos ha hecho más fuertes. Salimos reforzados de la pandemia. Creo que nos ha hecho más eficaces a la hora de afrontar grandes problemas derivados de situaciones imprevistas.

-¿Cómo ha sido la relación con los pacientes? ¿Crees que cambiará a partir de ahora?

-La relación con los pacientes ha sido excelente. Todos hemos entendido lo excepcional de la situación y creo que hemos estado a la altura, como me han hecho llegar muchos. Eso sí, creo que no cambiará la forma de relacionarnos con ellos.

-Seguramente te quedarías con algún momento vivido

-Claro que sí, especialmente con la gratitud de los pacientes y sus familiares y con los agradecimientos del personal del hospital cuando hemos tenido que remar todos en la misma dirección.

Mikel González de Herrero: “Me quedo con la valentía de nuestros sanitarios”

Aunque se incorporó en 2019 a Ambuibérica, Mikel González de Herrero Aguinagalde trabaja en las ambulancias desde 2004. Ahora desempeña la coordinación de hospitales de Vitoria, entre cuyas funciones está la programación de los servicios programados, así como colectivizarlos para optimizarlos convenientemente y así hacer un buen uso de los recursos disponibles en cada momento. También mantiene un buen contacto con los distintos responsables de los hospitales de Txagorritxu y Santiago para afrontar las dificultades que surjan y dar las mejores respuestas, actuando como enlace entre el hospital y la empresa.

-¿Cómo estáis afrontando la pandemia?

-Con responsabilidad, ofreciendo soluciones a los problemas que surgen desde la tranquilidad y el consenso con los distintos mandos.

-Pero habrán cambiado algunos procedimientos, ¿no?

-La mayor diferencia en este periodo tan particular ha sido convertir en servicio prácticamente individual un servicio que normalmente está colectivizado y, de este modo, reducir los riesgos de contagio. Y siempre intentando que el servicio no se resintiera con los recursos disponibles.

-¿Qué te gustaría destacar de estos meses?

-De estos meses destaco la mayor colaboración entre hospitales y ambulancias. Ha habido una mayor cercanía entre los distintos responsables con el fin de mejorar el servicio, objetivo en el que todos estamos interesados.

-¿Y de los pacientes?

-La extremada paciencia con que han vivido una situación tan inédita como excepcional. Su colaboración con todos nosotros ha sido casi siempre máxima. Creo, de hecho, que ahora son más conscientes de la labor que hacemos y que hemos conseguido un mayor respeto. Son más colaborativos y comprensivos con nosotros y se han dado cuenta de la gran labor que realizamos.

-¿Con qué te quedarías?

-De todo lo vivido me quedo con la valentía de nuestros sanitarios. Al inicio de la pandemia, y a pesar de las carencias de material, salían a darlo todo sin dudar y así brindar a la sociedad un servicio excepcional.