Desde que comenzara la pandemia de Covid-19, los trabajadores del transporte sanitario han estado en la primera línea de la lucha contra el coronavirus. Y ahí continúan. Su profesionalidad, su entrega, su esfuerzo y su dedicación han resultado ejemplares.

Los responsables de zona de Ambuibérica, empresa adjudicataria del transporte sanitario en Castilla y León, cuentan cómo han vivido ellos y las plantillas a su cargo estos difíciles e intensos meses.

Sus testimonios son reveladores de un tiempo que ninguno esperaba vivir y que a todos nos cogió por sorpresa.

Puedes leerlas todas seguidas o pulsar sobre el nombre de quien/es quieres conocer su testimonio y acceder directamente:

Carlos Magdaleno (Castilla y León y Cantabria): “La plantilla ha demostrado un gran compromiso con la población”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Carlos Magdaleno Fernández, 33 años, director regional de Castilla y León (salvo Soria) y Cantabria.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Soy el responsable operativo de las comunidades autónomas de Castilla y León y Cantabria. Mis funciones son de organización, gestión de equipos de trabajo provinciales, interlocución con las administraciones, así como la implantación de los diferentes protocolos de actuación.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Lo viví como toda la población, con nerviosismo y muchas dudas sobre cómo debíamos afrontarlo, pero, sobre todo, con la convicción de que si todos trabajábamos unidos, podíamos hacer un gran trabajo. El primer caso que vivimos fue el de una señora asiática en Valladolid, quien, aunque finalmente no tenía Covid-19, hizo que, por primera vez, se pusiese en marcha el protocolo marcado por la Gerencia de Emergencias del SACYL.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

La primera reacción fue la de hablar con nuestros responsables de Valladolid para asegurarnos de que el servicio se estaba haciendo con las máximas garantías de seguridad y prevención para nuestros profesionales (TES) y los profesionales del SACYL (médicos y enfermeros). Posteriormente, hablé con la Dirección Asistencial de Emergencias por si necesitaban alguna dotación adicional para hacer el servicio.

Desde la situación provocada por el ébola, en Castilla y León teníamos un vehículo preparado para este tipo de situaciones, pero nunca pensamos que la situación iba a llegar a ser tan complicada como realmente está siendo.

Según mi criterio lo más importante en los primeros días fue la coordinación con las Gerencias de Emergencias para poner en marcha el protocolo que nos habían marcado.

A la plantilla le trasladé que debíamos actuar como ellos saben, es decir, con serenidad y profesionalidad, pero siendo conscientes de la situación tan complicada a la que nos estábamos enfrentando.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Para mí ha sido el año más complicado de mi vida a nivel laboral y emocional. Existía muchísima incertidumbre debido a la poca información que había sobre el enemigo al que nos enfrentábamos. Cada día salían nuevas publicaciones del Ministerio de Sanidad, de la Consejería de Sanidad… Toda esa información la teníamos que analizar y, a la vez, debíamos hacer frente a una demanda creciente de pacientes contagiados por el virus. En la empresa constituimos un comité de crisis representado por todos los departamentos y las tres regiones. Celebrábamos dos reuniones diarias todos los días de la semana para poner en común la situación, las novedades, los protocolos, la gestión del stock de EPIs y, sobre todo, el análisis de la situación a nivel de Prevención de Riesgos Laborales de nuestros profesionales… 

¿Qué ha sido lo más duro?

Lo más duro, con mucha diferencia, ha sido el fallecimiento de dos compañeros, que trabajaban en Segovia y en Palencia. Dos grandes personas que desempeñaron su trabajo con una profesionalidad intachable y que, lamentablemente, el virus nos ha arrebatado. Eran dos personas con muchísima experiencia en el transporte sanitario que colaboraron durante todos estos años en la evolución de este sector hasta llegar a los niveles actuales de calidad del servicio. Desde aquí, todo mi reconocimiento para ellos.

¿Y lo más gratificante?

Lo más gratificante han sido las constantes felicitaciones que hemos recibido por parte de diferentes familias por la asistencia sanitaria recibida, lo que demuestra el trabajo, la profesionalidad y la calidad humana de nuestra plantilla. Estoy muy orgulloso de poder trabajar a su lado.

También ha resultado muy gratificante recibir los reconocimientos que han hecho los TES a varios de nuestros responsables de zona por su trabajo incansable. Estas 14 personas (Tomás, Enrique, Esteban, Roberto, Ekain, Cristina, Francisco, Pedro, Jorge, Alberto, Jaime, Manuel, Leonardo y Guillermo) han trabajado día y noche para que todos los TES hayan tenido todos los EPIS necesarios y la flota en perfecto estado de funcionamiento. Han puesto en marcha más de 30 recursos adicionales para afrontar la demanda de pacientes; han colaborado en la puesta en marcha de un hospital de campaña; han organizado un sistema pionero de radiología móvil en Segovia, una sala de aislamiento para nuestra plantilla… en definitiva, han sido fundamentales para superar esta situación.

¿Has sentido miedo?

Miedo personal, no, pero he sentido respeto por el virus, sobre todo por cómo iba a afectar a nuestra plantilla. El índice de contagios dentro de nuestra empresa ha estado muy por debajo de la media de los profesionales de la sanidad; no obstante, tenemos que seguir trabajando para que no tengamos ni un solo contagio en el ámbito laboral.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

Destacaría su compromiso con la población y su fortaleza mental. El compromiso ha sido espectacular. En los primeros días de marzo recibimos un aluvión de llamadas de nuestros empleados poniéndose a disposición de la empresa para cambiar vacaciones, turnos o lo que hiciera falta para afrontar esta situación. También recibimos la renuncia al derecho de horas sindicales por parte de los representantes de los trabajadores, lo que demostró que estábamos unidos frente al virus.

La fortaleza mental la han demostrado día a día, ya que no es fácil trabajar en primera línea frente al virus y en el tiempo de descanso no tener ocio o distracciones más allá de la que todos hemos tenido dentro de nuestras viviendas. Aunque todos estamos agotados por esta situación, día a día los TES siguen haciendo un gran trabajo.

No me gustaría olvidarme de reconocer el trabajo que también han desempeñado los responsables de Planificación, de RRHH, los responsables de flota, los administrativos, y el resto del personal de estructura de los diferentes departamentos. Sin su trabajo tampoco nos hubiéramos podido enfrentar a este virus.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Me gustaría lanzar un mensaje de cautela y de optimismo. De cautela, porque en esta lucha todavía no hemos vencido el enemigo; debemos seguir cumpliendo estrictamente todas las medidas tomadas por los expertos; no podemos permitirnos volver hacia atrás después de todo lo que hemos pasado y superado. Y de optimismo, porque creo que, poco a poco, estamos llegando al final de esta situación indeseable. Pronto todos podremos volver a esa vida habitual que antes apreciábamos tan poco y, ahora, tanto echamos de menos.


Roberto Pajares (Ávila): “Lo más duro en este tiempo ha sido superar cada día”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Roberto Pajares Collado, 46 años, responsable provincial de Ávila.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Tengo responsabilidades de todo tipo en todas las áreas: Departamento de personal y RRHH, flota, logística, prevención, coordinación con la dirección de Hospital y Gerencia…

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Con incertidumbre, por lo que estaba pasando y podría suceder; con la sensación de que nos estábamos enfrentando a algo desconocido para lo que nadie te había preparado, sin prácticamente medios; y, también, con la incertidumbre de que, ante todo, tenía que estar al frente para dar solución a todos los problemas que iban surgiendo, calmar, apoyar y/o animar a todas los trabajadores que, día a día, se enfrentaban a la enfermedad. Y, sobre todo, estando los 7 días de la semana, 24 horas al día, pendiente de lo que iba aconteciendo.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Recuerdo cómo, de la noche a la mañana, el virus pasó de ser algo lejano a tenerlo todos muy cerca; de repente confinaron a la población en sus casas y nosotros nos quedábamos al frente, junto con otros sectores, teniendo que asumir estar en primera línea como si se tratara de una guerra.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Pues he tenido momentos duros, de agotamiento físico y mental, pero otros muy satisfactorios, al ver que el trabajo se estaba haciendo bien y que salíamos adelante.

¿Qué ha sido lo más duro?

Superar cada día.

¿Y lo más gratificante?

Me he sentido orgulloso de los trabajadores. Ver la confianza que ellos tenían en mí, la unión que hemos tenido entre todos y, sobre todo, que nadie, hasta el momento, ha fallecido a consecuencia de esta enfermedad. También el día en que unos cuantos conductores se presentaron en frente de mi casa, a las 8 de la tarde, con sus ambulancias para agradecerme el estar ahí con ellos en todo momento.

¿Has sentido miedo?

Miedo no, preocupación mucha.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

El valor y el coraje. Quizá sea duro poner tu vida en riesgo por ayudar y realizar tu trabajo, pero aún más pensando en que puedes poner en riesgo a tus seres queridos, con los que convives.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Sobre todo que hay que ser solidario y no pensar en uno mismo, sino en todos los que están luchando para poder frenar los contagios y curar a las personas infectadas.


Cristina León (Burgos): “No es momento para desfallecer y sí para mantener la prevención”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Cristina León, 40 años, jefe de equipo en Burgos.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio?

Soy la responsable de TSU en esta provincia.

 ¿En qué consiste tu trabajo?

Gestiono una plantilla de 210 personas y 30 vehículos.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Al principio lo vivimos con incertidumbre. Me hacía preguntas como ¿cuánto de agresivo es este virus?, ¿tendremos material de protección para todos?, ¿hasta cuándo se extenderá en el tiempo?, etc. Por suerte, ya tenía experiencia en alertas biológicas, ya que también viví la crisis del ébola.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción?

Por suerte, como instructora de NRBQ, estaba instruida para afrontar una situación de este tipo. Me dediqué a recopilar información de fuentes oficiales y transmití la información de los protocolos de protección a seguir en cada momento que nos hacían llegar los expertos.

 ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Tranquilidad. En este tipo de situaciones lo principal es mantener la calma y hacer caso de las recomendaciones de los expertos. La información siempre ha sido fluida entre el SACYL, la empresa y los trabajadores, y los protocolos han funcionado en el medio extrahospitalario.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

 Muy rápido, jejeje (por darle un toque de humor). Ha sido un año duro de trabajo, ya que al día a día de las Emergencias Sanitarias se suma el de las Emergencias Covid-19. Debemos tener en cuenta que la vida continúa, que las emergencias habituales siguen ocurriendo – accidentes, ictus, infartos, etc.- y no se pueden dejar de lado pese a que estemos inmersos en una pandemia.

¿Qué ha sido lo más duro?

Ver cómo conocidos enfermaban o perdían la vida. El temor por enfermar y acabar en una UCI. El no poder reunirte con la familia por miedo a contagiar, sobre todo a nuestros mayores.

¿Y lo más gratificante?

El poder trabajar codo con codo con compañeros que han dado el 200% para que todo vaya rodado.

¿Has sentido miedo?

Miedo no, respeto. En la emergencia es esencial tener respeto, pues ayuda a realizar nuestro trabajo con seguridad.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

El gran trabajo y la profesionalidad de los trabajadores, la disponibilidad para cubrir plantillas, para cubrir las bajas de los compañeros.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Quiero dar un mensaje de esperanza, ya vemos la luz al final del túnel; no es momento de desfallecer y si seguimos con las rutinas de prevención, el final está cerca gracias a las vacunaciones masivas.

Cuanto menos nos interrelacionemos, menos contagios; cuanto más tiempo con la mascarilla, menos contagios, y cuanto más nos lavemos las manos, menos contagios.


Ekain Martín (Burgos): “Pediría a la población paciencia y responsabilidad”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.
Ekain Martín Barrueta, 35 años, responsable de programado de Burgos.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Bajo mi responsabilidad está todo el ámbito del transporte no urgente de la provincia. Tengo que conseguir que todo funcione correctamente y de la manera más eficiente posible.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Con mucha incertidumbre por el puesto de conductor que desempeñaba en aquel momento.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

En aquel momento estaba de conductor.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Adaptándome a esta extraña situación, y desde que desempeño este cargo, con la presión de que los trabajadores a mi cargo no se contagien.

¿Qué ha sido lo más duro?

Al ser nuevo en este puesto, lo más duro está siendo conseguir ponernos al día y hacer equipo, algo que por fin hemos conseguido formar.

¿Y lo más gratificante?

Haber conseguido que se satisficieran algunas reivindicaciones laborales.

¿Has sentido miedo?

No, en ningún momento.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

El tremendo esfuerzo que se está haciendo para sacar esta situación adelante.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Paciencia y responsabilidad.


Enrique Blanco (León): “El coronavirus ha cambiado totalmente la forma de trabajar”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Enrique Blanco Manzano, 50 años, responsable de León y territorial de León, Zamora y Palencia.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio?

La gestión del transporte sanitario de las provincias de León, Zamora y Palencia, tanto el TSU, como el TSNU y el privado.

¿En qué consiste tu trabajo?

Mi gestión consiste en coordinar y supervisar todos los departamentos y que se busque una gestión eficaz y de calidad.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

La irrupción del coronavirus ha cambiado totalmente la forma de trabajar y ha sido un problema en el trabajo del día a día.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio.

La primera noticia la tuvimos en el mes de marzo, cuando hubo varios trabajadores infectados, todos ellos tras llegar de vacaciones.

¿Cuál fue la reacción?

La primera reacción fue de preocupación por la falta de información y por las imágenes que llegaban del extranjero por televisión.

¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Tranquilidad y que los contagios se habían trasladado fuera del ámbito laboral. Se informó a los trabajadores que se les facilitarían los EPIS y se les daría formación.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Con mucho estrés, debido a la responsabilidad que tengo y a las continuas exigencias laborales en la materia de prevención de riesgos.

¿Qué ha sido lo más duro?

El no poder hacer nada para evitar la pandemia.

¿Y lo más gratificante?

El que no se haya demostrado que ningún trabajador se ha infectado trabajando.

¿Has sentido miedo?

Miedo no, pero respeto, sí.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

Que ha estado a la altura que se espera de unos profesionales.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Que tiene que tomar todas las medidas y recomendaciones por las autoridades sanitarias sin tener en cuenta el color político. 


Esteban Fernández (Palencia): “El coronavirus nos paró la vida”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Esteban Fernández Rojo, 55 años, responsable de zona de Palencia.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Funciones de personal, de flota… en definitiva, todo lo necesario para el correcto funcionamiento del transporte sanitario de Palencia.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Creo que el coronavirus nos paró la vida y empezó otra con mucha preocupación y desconocimiento. Una situación como esta sólo pensaba que pasara en las películas.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

La primera infección fue un mazazo terrible. Mi primera reacción fue llorar de impotencia y de preocupación, pero a la plantilla lo que debía trasladarles era mucha tranquilidad, intentar hacer las cosas bien y que no tuviesen miedo, pero sí mucho respeto.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Es muy difícil explicar cómo he vivido este año. Yo creo que, como todos los responsables, prácticamente sin vida, más allá de las responsabilidades laborales. Escuchar todos los días el número de personas fallecidas ha sido horrible. Como anécdota,  contaré que una médica con la que tengo una muy buena relación, y a quien considero como de mi familia, siempre ha tenido en el estado del WhatsApp una foto de unas brujas. Al poco tiempo de comenzar toda esta situación cambió la imagen y empezó a poner de vírgenes, ya que había momentos en que solo quedaba rezar.

¿Qué ha sido lo más duro?

Lo más duro, sin ninguna duda, el fallecimiento de un trabajador nuestro de Palencia. Todavía, cuando veo el vehículo con el que él trabajaba, se me saltan las lágrimas; es muy difícil de digerir.

¿Y lo más gratificante?

Lo más gratificante ha sido cuando algún compañero que se había contagiado te decía: “Estoy mejor, tranquilo, Esteban”. Era el reflejo de que día a día iba mejorando su estado de salud. También el apoyo de los trabajadores en momentos malos. Ellos han estado siempre a mi lado, dándome su apoyo.

¿Has sentido miedo?

Sí, he sentido miedo. ¿Quién no lo ha sentido en esta situación? Yo, personalmente, mucho. Mis padres y mis hermanos estuvieron contagiados. También he tenido miedo cuando un trabajador llegaba y me decía esa frase maldita: “Soy positivo”. Era angustioso pensar si habría puesto todo de mi parte para que no se infectasen, si les habría dado todo lo necesario y, aún dándoles lo que tenía, todo me parecía poco.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

Hay que destacar de los trabajadores todo su esfuerzo, su implicación con el trabajo y todo el apoyo que me han prestado. Muchas veces yo les digo de broma: “Hasta los que erais un poco malos os habéis vuelto buenos”. Se los digo porque también necesitamos reírnos en esta situación. Todos se merecen mi aplauso, mi respeto, mi admiración y mi reconocimiento: “Gracias, chicos y chicas de Ambuiberica Palencia”.

No quisiera terminar esta entrevista sin dar mi más sincero agradecimiento a mi compañero de Palencia que, aunque sus funciones son de mecánico, ha estado a mi lado a cualquier hora y cualquier día de la semana, sin pedir nada a cambio, ayudándome en todo. Ha sido muy importante para mí:  “¡Graciassssss, Carlis!”.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

El mensaje tenía que ser muy duro, pero sé que hay mucha gente que ha puesto todo su empeño en hacer las cosas bien. Y a quienes no se acaban de creer lo que está pasando, decirles que hay muchas personas que se están jugando su salud y la de su familia para atenderles, que recapaciten un poco y piensen en los que trabajan día tras día por ellos.


Pedro de la Iglesia (Salamanca): “Ha sido gratificante que la sociedad haya reconocido nuestro trabajo”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Pedro de la Iglesia David, 57 años, gerente UTE Salamanca.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Las propias de una dirección de la empresa, con la salvedad de que conlleva estar integrado en un grupo y la peculiaridad de tener un partícipe externo al mismo.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Con sorpresa y escepticismo en los momentos iniciales, pero con la preocupación creciente desde que se comenzó a ver la magnitud de la situación.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Antes de que hubiera algún caso ya contacté con el Hospital Clínico para ver si tenían instrucciones o algún protocolo al respecto. Luego con PRL del Grupo para trabajar sobre esto y organizar la formación del personal. A la plantilla siempre le trasladé protección, prevención, seguridad… y colaboración.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

A nivel laboral, como un modelo nuevo de trabajo, con la implantación en parte de teletrabajo, la organización de los horarios, la modificación de los procesos, la preocupación por tener cubierto el estocaje de EPIs para el personal de movimiento, por cómo resolver las bajas provocadas por la Covid-19, contactando con los trabajadores de baja para que se sintieran apoyados. Con la Administración prácticamente con la misma fluidez, pero menos presencial.

¿Qué ha sido lo más duro?

Varias cosas. El conocimiento de contagio de los primeros trabajadores; la preocupación por el ingreso de alguno de ellos y su evolución; la tensión generada y la preocupación por las bajas de contacto estrecho que desestabilizaba el calendario; los momentos puntuales en que escaseaban los EPIs y estábamos pendientes de la llegada del pedido… Y de manera especial, el fallecimiento de un trabajador en Segovia.

¿Y lo más gratificante?

Que se haya resuelto el día a día con relativa normalidad, que los contagios e ingresos de nuestro personal hayan quedado en problemas menores, que hayamos salido siempre protegidos, que el SACYL haya colaborado en todo momento y que la sociedad de alguna manera haya reconocido nuestro trabajo.

Y, sobre todo, que muchos trabajadores me trasladaran y agradecieran la preocupación que teníamos por ellos.

¿Has sentido miedo?

No. Preocupación por si me contagiaba y pudiera pasarlo a la familia.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

La respuesta en general de todos, asumiendo esta situación con responsabilidad y profesionalidad.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Eso lo tenemos que dejar para los políticos, pero creo que hay que inyectar alguna dosis de optimismo a nuestro alrededor, aconsejar la vacunación, pero no bajar la guardia.

Ahora bien, creo que es compatible con salir protegidos y hacer un consumo responsable de bienes y servicios locales, para ayudar a nuestro entorno y, entre todos, paliar el gran déficit que se ha producido en las cuentas del Estado.


Tomás Gómez (Segovia): “Ha sido muy duro oír y ver llorar a los compañeros después de una jornada intensa”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Tomás Gómez Alonso, 45 años, responsable de Segovia y gerente territorial de Segovia, Salamanca, Burgos y Ávila.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Gestionar toda la logística, tanto humana como material, de mi territorio, mantener una relación directa con la plantilla de Segovia capital y provincia, administrar las nóminas, los cuadrantes, etc. Relación con la Administración y los agentes sociales.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Con mucha expectación, era algo nuevo en nuestra vida personal y laboral. En un principio, con una inyección de adrenalina para luchar contra la situación.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

El primer caso que hubo fue en una residencia de estudiantes en Segovia capital: un joven italiano que había venido unos días antes de su país. Lo que trasladé a la plantilla era lo que no tenía internamente, tranquilidad.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Con miras y planificación a un futuro muy muy cercano, porque no sabíamos la evolución de la enfermedad, ni los cambios que se producirían en nuestro sector, en mi opinión muy castigado.

¿Qué ha sido lo más duro?

La incertidumbre de no saber qué pasará mañana, si mis compañeros iban a estar contaminados y cuántos, tener un plan B, C y D para poder hacer frente a nuestras obligaciones con los pacientes y la población. Estar al día con los protocolos, cambiantes prácticamente a diario, para poder trasmitirlos correctamente. Velar por los famosos y escasos, por suerte no en nuestra compañía, EPIs. También oír y ver llorar a los compañeros después de una jornada de trabajo intensa, sus caras de miedo.

El sonido del teléfono a cualquier hora de la noche sin saber qué problema te encontrarías al otro lado. El que durante meses todos los días fuesen lunes. Los relatos de los familiares despidiéndose de sus seres queridos en la puerta de la ambulancia. Y mencionar sin duda alguna la pérdida de JM, compañero de Segovia desde hacía muchos años.

¿Y lo más gratificante?

Lo más gratificante, esos familiares de pacientes que se dirigían a nosotros para decirnos que su ser querido volvía a casa. La admiración y la cara de agradecimiento de la gente cuando te veían conduciendo una ambulancia. Y por supuesto, ver que juntos superábamos lo peor día a día.

¿Has sentido miedo?

Mucho, pero por dentro. Ese miedo no se lo podía manifestar a mi gente porque ellos estaban en la primera línea y necesitaban a alguien optimista a su lado. Miedo por cada uno de ellos porque eran indispensables. Miedo por mis familiares cuando volvía a casa. Tomábamos todas las medidas preventivas a nuestro alcance, pero todos los días me esperaba y muy de cerca el “famoso bicho”. Miedo a fallar.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

Destacaría la valentía de la mayoría, la profesionalidad que demostraban a cada minuto, la fortaleza física y mental de los que parecían más débiles, la sinceridad de los más duros al llorar conmigo. Quiero destacar la gran labor que también hicieron todos aquellos que no estaban en primera línea directa en la calle, pero sí estaban detrás de todo. Sin su labor no se podría haber hecho. Y también la preocupación y el tesón de mis compañeros de otras provincias coordinándonos, dándonos ánimo conjuntamente.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Que esto no es un juego, hasta que no se vive de cerca no te das cuenta de la magnitud de lo peligroso que es. Y desde luego si no quieren pensar en los demás que piensen en sus padres, hijos o en ellos mismos, porque creo que lo podemos hacer mejor, no podemos bajar la guardia.


Jorge González (Valladolid): “Debemos seguir siendo responsables y mantener las medidas hasta el final”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Jorge González, 35 años, responsable de Zona de TSNU de Valladolid.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Gestión de flota (vehículos, documental, material sanitario), contacto primario con los trabajadores, gestión de bases, seguimiento e investigación de bajas/accidentes… En general, todo lo relacionado con la operativa de la flota y personal.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Nosotros la vivimos junto a los trabajadores de primera línea, asegurándonos que todo estuviera en funcionamiento, gestionando los equipos de protección y dando formación y apoyo a los trabajadores.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Una paciente de China, en la calle Italia, que afortunadamente fue negativo. El primer traslado confirmado, del Parque Tecnológico en UME 2, en un pueblo cercano. La primera reacción fue de extremo seguimiento y precaución.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Ha sido un duro año de trabajo, en el que más de 3 meses hemos estado sin un día libre, intentando sacar adelante la zona con la mayor efectividad posible.

¿Qué ha sido lo más duro?

El cansancio acumulado tras meses sin descanso.

¿Y lo más gratificante?

Las muestras de gratitud y apoyo de compañeros y trabajadores.

¿Has sentido miedo?

En los primeros contactos con positivos confirmados, hasta que nos hemos habituado.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

La dedicación por parte de ellos, son profesionales reales, han demostrado lo que es ser un buen Técnico en Emergencias Sanitarias.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Se ha trabajado duramente para atender todas las necesidades; se han visto muchísimos dramas este año pasado y, aunque el esfuerzo también por su parte ha sido grande, deben continuar siendo responsables y mantener las medidas hasta el final.


J. Alberto Carazo (Valladolid): “Destacaría la dedicación, la profesionalidad y la calidad humana de toda la plantilla”

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

J. Alberto Carazo Barrio, 57 años, responsable de Zona de Valladolid.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuibérica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Gestión de la flota (documental, material sanitario, vehículos), contacto con los trabajadores, gestión de bases, seguimiento e investigación de bajas/accidentes/incidentes… En general, todo lo relacionado con la operativa de personal y flota.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Nosotros la vivimos junto a los trabajadores de primera línea, asegurándonos que todo estuviera en funcionamiento, gestionando los equipos de protección y dando formación y apoyo a los trabajadores.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Una paciente de nacionalidad china en la calle Italia, de Valladolid, que resultó negativa. Supuso la primera desinfección. El primer traslado confirmado fue desde el Parque Tecnológico de Boecillo. La primera reacción fue de extremo seguimiento y precaución.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Ha sido un duro año de trabajo, en el que durante más de tres meses hemos estado sin un día libre, intentando sacar adelante la zona con la mayor efectividad posible.

¿Qué ha sido lo más duro?

El cansancio acumulado tras meses sin descanso.

¿Y lo más gratificante?

Las muestras de gratitud y apoyo de compañeros y trabajadores.

¿Has sentido miedo?

En los primeros contactos con positivos confirmados, hasta que nos hemos habituado.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

La dedicación, la profesionalidad y la calidad humana de toda la plantilla.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

Que no bajemos la guardia, que debemos continuar siendo responsables y mantener las medidas hasta el final.


Francisco García (Zamora): “He adaptado mi forma de pensar y de actuar a las necesidades impuestas por la pandemia”  

Nombre, edad, cargo y territorio de responsabilidad.

Francisco R. García Hernández, de 50 años, responsable de Zona de Zamora.

¿Qué funciones desempeñas para Ambuiberica en tu territorio? ¿En qué consiste tu trabajo?

Las propias de mi puesto (gestión de turnos y vacaciones, entrega de Epis, sustituciones por bajas, atención a empresas y personas ajenas a la empresa, dar solución a problemas diarios, etc.) y aquellas que además pueden suponer una mejora de las condiciones de trabajo y funcionabilidad de mi empresa y  de la plantilla.

¿Cómo viviste la irrupción del coronavirus en nuestras vidas?

Inicialmente como una situación caótica, donde no teníamos información para hacer frente a un enemigo desconocido e invisible, para después ir adaptándonos a la nueva situación e ir tomando las medidas oportunas y necesarias para garantizar un éxito a medio plazo.

Cuando se produjeron las primeras noticias de infección en tu territorio, ¿cuál fue la reacción? ¿Qué trasladaste a la plantilla a tu cargo?

Inicialmente un sentimiento de desconcierto e incredulidad. Trasladé a la plantilla la necesidad de tomar todas las medidas a nuestro alcance, sin vivir con miedo, pero si con mucha precaución, tratando a toda la gente de nuestro entorno como potenciales pacientes de riesgo y contagio.

¿Cómo has vivido este año de pandemia?

Adaptando mi forma de pensar y actuar a las necesidades que venían impuestas, buscando la fuerza y la esperanza en los pequeños momentos de felicidad que da la vida.

¿Qué ha sido lo más duro?

Perder a miembros de mi familia y a gente conocida de muchos años por los que sentía un especial afecto.

¿Y lo más gratificante?

Lo más gratificante ha sido ver como la plantilla entera, prácticamente sin excepción, se unía y olvidaba diferencias para trabajar juntos y ayudarse, con un nivel de esfuerzo individual sorprendente.

¿Has sentido miedo?

No.

¿Qué destacarías de la plantilla en este año transcurrido?

Lo citado anteriormente.

¿Qué mensaje trasladarías a la población en este momento?

La población debe saber que esta guerra no se gana con el trabajo del personal sanitario en solitario; es una tarea de todos, un ejercicio de esfuerzo y responsabilidad que solo puede tener un objetivo y un final.